La Red de Graduate Education and Research de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) dio inicio a su ciclo de seminarios web centrado en la calidad académica, con un primer encuentro dedicado a desmitificar la educación a distancia y proponer un enfoque centrado en la cercanía humana y la agencia estudiantil.
Bajo la moderación de Anafina Vargas (Universidad Católica Andrés Bello UCAB, Venezuela) y Eiko Gabaldón (Universidad Iberoamericana Torreón, México), el evento reunió a expertos de la región para discutir cómo el paradigma ignaciano puede —y debe— permear las modalidades virtuales, superando la barrera física para construir verdaderas comunidades de aprendizaje.
Proximidades que sorprenden
La Dra. Nelly Chévez, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas -UCA El Salvador- , abrió el panel con la ponencia “Posgrados a distancia: proximidades que sorprenden”. En su intervención, Chévez desafió la concepción tradicional de la “distancia”, argumentando que esta no debe verse como un obstáculo, sino como un espacio pedagógico que exige diseño y cuidado.
“La tecnología es el puente, pero la humanidad es el fundamento”, destacó Chévez, subrayando que la calidad de un programa no depende de la herramienta digital, sino del factor relacional: la capacidad de generar vínculos significativos entre docentes y estudiantes. La académica instó a las universidades a combatir los mitos que asocian la virtualidad con baja calidad o aislamiento, proponiendo en su lugar diseños instruccionales rigurosos que fomenten la interculturalidad y el acompañamiento constante.
El estudiante como agente de cambio
Por su parte, el Dr. Manuel López Pereyra, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, abordó la temática desde la perspectiva de las pedagogías críticas, enfocándose en la experiencia del estudiantado. López Pereira señaló que, más allá de la entrega de contenidos, el gran desafío actual es el bienestar socioemocional y la autonomía.
“Necesitamos diseñar intencionalmente para la agencia estudiantil”, afirmó, sugiriendo que los programas de posgrado deben evolucionar de la simple instrucción a la creación de espacios donde los alumnos sean co-creadores de su aprendizaje. Asimismo, resaltó la importancia de ofrecer herramientas de “autogestión emocional” y regresar a lo básico con talleres de escritura y metodología para reducir la ansiedad y la deserción en entornos virtuales.
Hacia un sello de calidad compartido Este seminario es el primero de un ciclo que busca definir estándares e indicadores propios para los posgrados de la red. El objetivo final, según explicaron los organizadores, es elaborar un documento inspirador que oriente la excelencia académica en la región, asegurando que la identidad jesuita de servicio, justicia y transformación personal se mantenga viva, sin importar la modalidad de estudio.

