En el escenario global de cambios tecnológicos veloces, complejos e impredecibles, como el disruptivo avance de la Inteligencia Artificial, el presente y el futuro de la educación superior y el compromiso de las universidades de gestión jesuita con la formación integral, humanista e inclusiva fueron el foco del Tercer Simposio de Innovación Educativa de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL).
Los días 11 y 12 de noviembre, representantes de 30 universidades de la red, provenientes de diferentes países, participaron en conferencias, mesas redondas, talleres y grupos de trabajo. Además del simposio, AUSJAL celebró su 24ª Asamblea Ordinaria, que movilizó el campus de la Universidad, y conmemoró su 40º aniversario.
El acompañamiento integral —académico y socioemocional— de los estudiantes fue la pauta del primer día de conferencias, mesas redondas, grupos de trabajo y talleres. En la ceremonia de apertura, el rector de la PUC-Rio y presidente interino de AUSJAL, P. Anderson Antonio Pedroso, SJ, dio la bienvenida recordando que la Asociación inspira a muchas otras redes y personas que tienen un compromiso con el progreso del continente, la paz y la justicia.

[Padre Anderson Antonio Pedroso, SJ] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
“Para nosotros, los jesuitas, y para todos los que trabajan con nosotros, no es posible comprender la fe sin la justicia social. La tradición de la Compañía de Jesús es la innovación al servicio de la paz”, puntualizó, recordando a San Ignacio y a los primeros sacerdotes en actuar en los colegios.
El rector subrayó que los encuentros de este año se daban en un momento crucial, en el que la necesidad de resiliencia y esperanza se hacía presente frente a los recientes episodios de violencia en la ciudad de Río de Janeiro, que afectaron las vidas de alumnos, profesores y empleados residentes en regiones periféricas. El anfitrión dio el tono de la solemnidad expresando satisfacción con la acogida y el servicio:
— Es una inmensa alegría poder recibir a AUSJAL y a sus representantes, dentro de todo lo que ella significa en estas cuatro décadas de misión. Vivimos días muy difíciles, pero es algo típico de Brasil, de los brasileños y de los latinoamericanos no perder la esperanza y, por eso, quiero agradecer mucho que ustedes estén aquí. Eso le da más sentido a nuestro trabajo, a nuestra universidad y a nuestra ciudad.

[Padre Arturo Sosa, SJ] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
Antes del inicio de las actividades del primer día, el Secretario Ejecutivo de AUSJAL, Francisco Urrutia, destacó el trabajo conjunto de los equipos de la PUC-Rio y agradeció profundamente el empeño de todos los involucrados en la preparación del simposio. Resaltó que la red ha invertido cada vez más en procesos de aprendizaje en colaboración, fundamentales para fortalecer la construcción de una auténtica comunidad latinoamericana. Urrutia también lideró el equipo de logística de AUSJAL que, en alianza con la PUC-Rio, corealizó el evento.
En un mensaje especial grabado para el encuentro, el Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, SJ, evocó el espíritu fundacional de la red, reiterando la base espiritual del trabajo, pautado en la contemplación para alcanzar el amor:
— Quiero invitarlos a celebrar los 40 años de nuestra asociación latinoamericana con la gratitud de la contemplación para alcanzar el amor, propuesta por San Ignacio. Que, puestos ante Dios, nuestro Señor, y saboreando internamente tanto bien recibido, podamos, en todo, amar y servir.
Por su parte, el presidente de los Jesuitas de América Latina, P. Rafael Garrido, SJ, contextualizó la innovación como una necesidad urgente ante la inseguridad y los cambios en el mundo:
— La justicia socioambiental guía nuestros pasos en este mundo de incertidumbres. La innovación no es solo una herramienta, sino un imperativo para encontrar un camino seguro en medio de tantas dudas, una brújula en tiempos de incertidumbre.

[Padre Rafael Garrido, SJ] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
También por video, los líderes estudiantiles Fabiana Samamé Vargas y Máximo Pol, respectivamente de las universidades Antonio Ruiz de Montoya y Católica de Córdoba, trajeron la voz de los jóvenes universitarios. Para ellos, la búsqueda de nuevas posibilidades en la formación se alinea con las expectativas de la juventud, clamando por una formación que promueva la construcción de comunidades de sentido y un nuevo estilo de liderazgo. “Nosotros, como jóvenes estudiantes, aspiramos a forjar un líder que rompa con los moldes tradicionales, que sea humilde y esté dispuesto al servicio”, definió Pol, quien destacó la visión empática.
En su Conferencia Magistral, “Laudato si’ en el acompañamiento al estudiante: más allá del aula”, la vicerrectora Académica de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Dra. María Delayda Farah, introdujo el concepto de ecología integral como guía para el acompañamiento abarcador de los estudiantes, respondiendo directamente a preocupaciones de los jóvenes como la salud socioemocional y la pérdida de sentido de comunidad. La Dra. Farah destacó la importancia de educar para la recuperación de los cuatro equilibrios ecológicos propuestos por el papa Francisco:
“El acompañamiento integral se realiza en comunidad en esta aldea de la educación. Francisco nos habló de cuatro equilibrios ecológicos: el interno, con nosotros mismos; el solidario, con los demás; el natural, con todos los seres vivos; y el espiritual, con Dios”, aclaró la vicerrectora, destacando que todo está conectado en el concepto central de la formación.

[Maria Delayda Farah] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
Según Farah, a partir de esta óptica, debe haber un movimiento inclusivo que fomente la cultura del cuidado, más allá del aula: “La educación como un movimiento inclusivo significa que los procesos educativos deben darse con una perspectiva ética del cuidado, la base de la transformación cultural necesaria”, ponderó.
El panel de especialistas, que abordó modelos innovadores de acompañamiento en las universidades jesuitas, trajo a autoridades como el Dr. Fernando Reimers, de la Universidad de Harvard, para quien la educación significa empoderar a los individuos con el objetivo de convertirlos en miembros más efectivos en las diversas comunidades que integran. Esto, mediante el desarrollo de capacidades sociopsicológicas como resiliencia, perseverancia, empatía y habilidad para trabajar en grupo y aprender de los errores.
Desafíos de la IA — La experiencia del primer día del simposio de AUSJAL trajo la relevancia del acompañamiento integral en la jornada académica y encendió una luz para las innumerables posibilidades abiertas por la Inteligencia Artificial en el campo educativo, demostrando que la verdadera transformación está en la forma en que se integran las nuevas herramientas al propósito humanista — tema para el segundo día de trabajo.

[Valtencir Mendes] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
Al inicio del día 12, en su Conferencia Magistral “Inteligencia artificial en la educación jesuita: innovación con propósito”, el Dr. Valtencir Mendes, director de Educación de la UNESCO, advirtió que el uso de la inteligencia artificial en la educación no puede ser un fin en sí mismo, sino un poderoso catalizador para la profundización de la misión de las instituciones, resaltando el papel de la tecnología en la personalización de la jornada formativa, al ofrecer caminos diversos para la optimización de la enseñanza-aprendizaje, posibilidades que van mucho más allá de la simple automatización.
De acuerdo con el director, el mayor desafío es conjugar la eficiencia tecnológica con la ética y el humanismo inherentes a la formación jesuita, donde la IA debe servir para liberar el tiempo de los educadores, permitiendo que “se dediquen a lo que es insustituible: el acompañamiento socioemocional y a la cura personalis”. El análisis de datos de aprendizaje, por ejemplo, surge como una herramienta esencial:
“La analítica del aprendizaje, asistida por la IA, es crucial para la detección temprana de estudiantes en riesgo de abandono y para la creación de rutas de desarrollo adaptadas a cada individuo”, defendió, mencionando que las universidades están en el umbral de una nueva era, donde la diversidad de trayectorias es facilitada por la precisión de la tecnología.

[Renato Cerqueira] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
El panel “Ética y humanismo digital en la educación jesuítica” desafió a la comunidad académica a ir más allá del individuo en la búsqueda de la responsabilidad en la era de la Inteligencia Artificial (IA). El director del Instituto de Inteligencia Artificial de la PUC-Rio, Renato Cerqueira, y el innovador social del Foro Económico Mundial, Dr. Juan Martínez, convergieron en la idea de que la IA, en tanto una “creación del ser humano”, debe ser construida intencionalmente y orientada al bien común.
Juan Martínez criticó el “hiperliberalismo individualista” en el abordaje ético. Basado en la tradición jesuítica del pecado, argumentó que delegar la responsabilidad al individuo es insuficiente y que la solución está en construir estructuras y marcos que definan la actuación de la IA, pues serán ellos los que den el contorno y el propósito a la tecnología, garantizando que las innovaciones —que nacen de objetivos sociales— de hecho cumplan su papel. Concluyó que la reflexión sobre la construcción de estructuras debe guiar la formación universitaria y la actuación en la sociedad, con un claro imperativo ético: “es siempre importante priorizar a los pobres, porque es lo más necesario. La posibilidad que se abre, por lo tanto, es la de insertar la IA en un contexto de impacto social y equidad, desde su concepción”.
Renato Cerqueira resaltó la singularidad de la PUC-Rio al tener un instituto de IA ligado directamente a la Rectoría. Para él, aunque la IA traiga riesgos como plagio y sesgos, ofrece la enorme posibilidad de enfrentar desafíos con los que hasta hoy no ha sido posible lidiar, citando el cambio climático y las desigualdades sociales. Según el director, la misión del instituto es promover una diversidad de caminos en la investigación y desarrollo de tecnologías para resolver problemas desafiantes para la sociedad.

[Renato Cerqueira] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
“La IA está forzando a la universidad a reflexionar sobre sus orígenes, cuestionando por qué entramos en un aula para compartir conocimiento o por qué realizamos una evaluación. El impacto de esta reflexión culmina en la creación del pilar de la I.A. epistémica en la licenciatura que lanzamos, promoviendo la filosofía de la tecnología para un nuevo tipo de formación”, provocó.
La presentación también resaltó la urgencia de buscar una IA gobernable, sobre la cual sea posible tener control, lo que, en su visión, aún no es el caso. Cerqueira cerró con un llamado transdisciplinario, reconociendo que la transformación no puede esperar: “Los alumnos y los profesores están usando estas tecnologías hoy”, sentenció, enfatizando la necesidad de un abordaje conjunto y de la diversidad de perspectivas para construir un futuro ético para la tecnología.

[Martha Pérez] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
La mesa redonda “Universidades jesuitas y el futuro del acompañamiento: desafíos y oportunidades” fue un hito de reflexión sobre la transformación de la misión ignaciana ante las crisis y la innovación tecnológica, moderada por Marianna Galli (UCC). La vicerrectora Académica de la Universidad Rafael Landívar, Dra. Martha Pérez, en conjunto con la Directora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UCA de El Salvador, María de Torres, compartieron la experiencia transformadora y solidaria en la acogida de estudiantes de la extinta UCA de Nicaragua.
Pérez enfatizó que la confiscación de los bienes de la universidad nicaragüense generó una “avalancha de solicitudes de estudiantes desesperados”, lo que llevó a las instituciones a declarar una situación de crisis humanitaria, ante la negación del derecho a la educación a más de nueve mil alumnos. La respuesta conjunta de la URL y de la UCA exigió flexibilidad y creatividad para montar cursos virtuales en pocos meses y crear un canal único de comunicación. Según la vicerrectora, el esfuerzo valió la pena: la URL y la UCA acogieron a casi 800 estudiantes, y fue motivo de gran orgullo ver a los primeros grupos graduarse, lo que demostró la fuerza y el impacto de la cooperación solidaria en redes como AUSJAL.

[Padre Arturo Peraza Celis, SJ] | Crédito: Equipo CCEC/PUC-Rio
El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Dr. Arturo Peraza Celis, SJ, destacó la importancia estratégica de la relación entre las universidades de AUSJAL para garantizar el impacto y la sostenibilidad del acompañamiento estudiantil en la región, subrayando que la cooperación no es solo una opción, sino una necesidad impuesta por la complejidad de los problemas contemporáneos, abriendo posibilidades de acciones rápidas y eficaces que una única institución no lograría realizar aisladamente.
El jesuita reforzó además la diversidad de caminos que la red ofrece, permitiendo que las instituciones compartan buenas prácticas y recursos para el desarrollo integral de los estudiantes. Según el rector, el carácter transformador de la educación jesuita está directamente ligado a la capacidad de AUSJAL de articularse como una “red de salvación” y soporte mutuo, asegurando que la crisis en un país no signifique el fin de la trayectoria académica para los jóvenes, sino un cambio de ruta asistido y solidario.
El rector del Centro Universitario FEI, Dr. Vagner Bernal Barbeta, presentó el camino de la innovación tecnológica como una palanca de transformación para el futuro del acompañamiento, garantizando que la formación vaya más allá del aula tradicional. “Esta visión proyecta una realidad en la que el conocimiento y la evolución personal son inseparables, y las instituciones capacitan al alumno para ser fuerte y capaz de tomar decisiones de impacto en el mundo”.

Crédito: Eduardo Herculano, Equipo CCEC/PUC-Rio
El rector de la PUC-Rio y presidente interino de AUSJAL, P. Anderson Pedroso, SJ, condujo el cierre oficial de los trabajos definiendo el simposio como un “espacio muy verdadero de reflexión y esperanza”. El rector destacó el desafío de acompañar a las universidades en esta guerra digital, sin perder “lo que nos define a nosotros mismos, el cuidado por la propia persona”. Reforzó que, a pesar de la complejidad tecnológica, la misión continúa muy clara: graduar personas competentes, conscientes, compasivas y comprometidas con la transformación social.
A partir de las experiencias innovadoras presentadas, el P. Anderson enumeró tres certezas: la innovación educativa es una responsabilidad, pero debe dejar la tecnología al servicio de la dignidad humana; el acompañamiento digital es una necesidad, haciendo de las universidades un espacio para el diálogo y la esperanza en tiempos de incertidumbre; y la colaboración en red es la mayor fortaleza de AUSJAL, ya que la fuerza de las instituciones multiplica su impacto.
Finalmente, el rector hizo un llamado a la acción, enfatizando que el cierre de la conferencia marcaba, en realidad, el inicio del verdadero trabajo, y convocando a la comunidad a llevar las ideas a las aulas y comunidades y a transformar el aprendizaje en acciones concretas: “que sigamos trabajando en conjunto, con audacia y esperanza, porque el futuro de la educación jesuita se construye en las redes, con el corazón”.
Créditos: Renata Ratton, assessora de comunicação institucional da PUC-Rio30
Puedes acceder a los videos del evento en: https://youtube.com/playlist?list=PLO8jfkJjrLB3lFQyyRTtZsrZW9h1gf2eM&si=DfT7peEBpJMuP1eB

